Todas soñamos con el vestido ideal, el más fantástico y espectacular para el día de nuestra boda. Pero a la hora de la verdad se nos pueden aparecer un par de…problemillas.
Empecemos con la compra del vestido.
Aunque hay muchos factores que debemos tener en cuenta a la hora de elegir nuestro supervestido aquí os apunto los problemas y los puntos más importantes que debemos evitar/resolver.
1-El presupuesto: Antes de todo, ten claro que tienes un presupuesto limitado por algo. Si fuéramos millonarias no estaríamos leyendo esto. Así que no te dediques a mirar vestidazos de marca si ya sabes que tu presupuesto es más bien pequeño, porque lo único que vas a conseguir es deprimirte o ponerte de muy mala hostia.
2-Que es lo que de verdad quieres: Como mínimo estaría bien tener una idea de que es lo que estamos buscando. Si no nos podemos encontrar vagando por la tienda sin rumbo y con un montón de acompañantes dándonos la vara para que nos probemos todo lo habido y por haber. Si sabes que te gustan los vestidos de princesa, por ejemplo, ves a mirar por ese camino, aunque nunca digas un NO rotundo a otros estilos porque nunca sabes que sorpresa te puedes llevar.
3-Ten en cuenta tu cuerpo: Aunque nos pirren los vestidos de corte sirena, piensa que a las chicas muy delgadas o con poca forma, no son vestidos que queden muy bien. Lo mismo pasa con las chicas con mucho pecho, que deberán vigilar que tipo de escote se pongan (No queremos que a nuestros invitados les dé un jamacuco). Un vestido puede gustarte mucho, pero también ten en cuenta las opiniones sobre cómo te queda ese vestido. ¿Cuántas veces nos ha ocurrido que nos gusta mucho un color o una forma pero luego no nos queda bien? Pues eso mismo debemos tener en cuenta cuando vayamos a comprar uno. Vigilar el pecho, el escote, las caderas, movilidad… Tenemos que sentirnos guapas y seguras, y no parecer un rollito de primavera o una bolsa de ir a la compra.
Sí, deberían multarla por llevar ese vestido.
4-Lugar de la ceremonia: Esto no es un punto relativamente importante, pero se tendría que tener en cuenta a la hora de elegir nuestro vestido. Si vamos a hacer una boda más tradicional, en la iglesia o en un lugar más romántico, seguramente un vestidazo de princesa o muy espectacular quedara muy adecuado. Ahora si lo que queremos es una boda más fresca, en el campo o en la playa, tal vez deberíamos buscar un vestido más llevadero y no tan pomposo. Pero como ya he dicho creo que este punto es uno de los menos importantes, ya que al final cada una escogerá el vestido que más le guste.
Vestido que lleva Kate Hudson en Guerra de novias
Vestido que lleva Amanda Seyfried en Mamma Mia
5-Acompañantes/Chupa-almas: Seguramente tendremos que llevar a ciertas personas por protocolo, como padres, hermanas o suegras.
¡!CUIDADO!! Una cosa es que nos ayuden y nos den su opinión sobre cómo nos queda el vestido, si nos aprieta, si es muy corto, largo o si nos hace gordas, pero nunca dejes que te coman. Todos conocemos a la típica amiga, hermana o suegra que quiere llevar la voz cantante. Ser firme en estas situaciones te ayudará a no tener que aceptar cosas en tu propia boda que no deseas. Si dejas que tomen el control será extremadamente difícil quitárselo después. Otra situación podría ser que alguno de los acompañantes fuera quién te va a pagar el vestido. En ese caso siempre siendo respetuoso, intenta hacerle ver que aunque va ser él/ella quién vaya a pagarlo, es tu boda. ¿Para que nadie se iba a gastar dinero en el vestido de una novia , si a la propia novia no le gusta y va conllevar más desastres que felicidad?.
Y para acabar, aunque no es exactamente relativo al tema de la compra, sí que nos podemos encontrar un problema que he visto en bodas varias veces. Aunque no hay normas escritas, la gente sabe cómo se tiene que vestir. Y una de esas normas no escritas para las invitadas es NO ir de blanco. Seguro que conoces a la típica chica que va a una boda y aun creyendo que va de color crema, todos sabemos que va de blanco. Y sí, se hace la tonta, pero todos y cada uno de los presentes la mira con cara de estupefacción. Así que si eres la novia y esa chica que va de color “crema” te está poniendo de los nervios, llama a una de tus armas secretas, tus amigas.
Hay vestidos de novia más oscuros.
¡En la boda tú eres el “capo” así que dentro de tu pequeña mafia, no dejes que nadie te arruine el día!
En fin creo que el tema de acompañantes pesados o familiares metomentodo daría para varios posts. ¿Vosotros ya os imagináis quién os podría dar la vara? ¿Qué haríais si os encontráis en vuestra boda con una chica vestida de color “crema”?
Os mando un besito,
R